
En los últimos años el mercado de productos orgánicos, ha venido creciendo en todo el mundo y nuestro país no es la excepción. Esto demuestra el interés de muchas personas por un cambio positivo en la alimentación demostrando desconfianza en la seguridad y producción de los alimentos convencionales.
¿En qué consiste la Agricultura Orgánica?
La Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica, IFOAM, presenta la siguiente definición:
“La Agricultura Orgánica incluye todos los sistemas agrícolas que promueven la producción de alimentos y fibras con criterios ambientales, sociales y económicos; ……. reduciendo drásticamente el uso de fertilizantes sintéticos y pesticidas, organismos modificados genéticamente y farmacéuticos….”
Según la encuesta sobre agricultura orgánica realizada por IFOAM, publicada durante el 2008, y que comprende el periodo 2006-2007, existen 63,4 millones de hectáreas orgánicas en el mundo, siendo Australia el país con mayor superficie orgánica (12,3 millones), seguida por China (2,3 millones), Argentina (2,2 millones) y EE.UU. (1,6 millones).
¿Qué esta pasando con el mercado internacional?
Cabe señalar que el mercado mundial de productos orgánicos se está expandiendo a razón de US$ 2,4 mil millones al año y que las ventas están concentradas en dos regiones que capturan cerca del 97% del mercado: Estados Unidos (41,5%) y la Unión Europea (54,9%). Esta clara segmentación del consumo, se debe fundamentalmente a dos factores: en primer lugar, a la capacidad de gasto de sus economías y en segundo lugar, al alto grado de conciencia por la salud que poseen sus habitantes.
Se determino que las ventas de productos orgánicos durante la temporada 2006-2007 en los principales mercados fueron las siguientes:
- Unión Europea: US$ 22.500 millones.
- Estados Unidos: US$ 17.000 millones
- Japón, Corea del Sur, Singapur, Taiwán y Hong King: US$ 780 millones
TOTAL MUNDIAL: US$ 41.000 millones
Mercado Nacional
Según el último estudio realizado por ODEPA con información proporcionada por tres de las empresas certificadoras que operan en el país: IMO, BCS y Argencert, se estableció que durante la temporada 2007/2008 se certificaron como orgánicas un total de 30.443 hectáreas, de las cuales más del cincuenta por ciento corresponde a superficie de recolección silvestre.
Se puede observar que este tipo de producción ha venido creciendo en el tiempo, lenta pero sostenidamente, y ya se encuentra presente en casi todas las regiones del país, con una gran variedad de productos. Sin embargo, se espera un nuevo impulso al desarrollo de este sector, especialmente en la producción destinada al sector interno.
Paula Mujica, Asesor Nacional Agricultura Orgánica del SAG, comenta que la certificación en Chile es tan rigurosa como lo es en otros países como USA o los de la Unión Europea. Entro en vigencia el 24 de Diciembre del 2007 y actualmente se están estudiando posibles modificaciones a la Norma Técnica Decreto Supremo Nº 17, con el fin de promover la actividad dentro de un marco regulatorio que garantice el funcionamiento del Sistema Nacional de Certificación de Productos Orgánicos Agrícolas.
Se puede observar que este tipo de producción ha venido creciendo en el tiempo, lenta pero sostenidamente, y ya se encuentra presente en casi todas las regiones del país, con una gran variedad de productos. Sin embargo, se espera un nuevo impulso al desarrollo de este sector, especialmente en la producción destinada al sector interno.
Paula Mujica, Asesor Nacional Agricultura Orgánica del SAG, comenta que la certificación en Chile es tan rigurosa como lo es en otros países como USA o los de la Unión Europea. Entro en vigencia el 24 de Diciembre del 2007 y actualmente se están estudiando posibles modificaciones a la Norma Técnica Decreto Supremo Nº 17, con el fin de promover la actividad dentro de un marco regulatorio que garantice el funcionamiento del Sistema Nacional de Certificación de Productos Orgánicos Agrícolas.
¿Valdrá la pena gastar más?
Son muchas las personas que no consumen productos orgánicos al ser más caros que los alimentos convencionales. Sin embargo, cómo explicar a estas personas que al comer un trozo de carne orgánica puede resultar a largo plazo más barato que comer un trozo de carne convencional.
Lo mismo ocurre con las frutas y verduras, que a simple vista no se ve gran diferencia entre las orgánicas y las convencionales, pero que con el paso del tiempo pueden acarrear diversas consecuencias al ingerir junto con el alimento diversos tipos de químicos (pesticidas, herbicidas, abonos) que se usan en la agricultura industrializada.
Con respecto a las carnes orgánicas, estas logran evitar la contaminación biológica como la fiebre aftosa, intoxicación con Escherichia coli (famosa en hamburguesas industriales), salmonella (en huevos y aves), entre otras. Además, el animal que se cría en forma natural, con una alimentación orgánica y sin estrés tiene características especiales. Su carne tiene más cantidad de vitamina E, que es antioxidante, y menos grasa intramuscular (porque no está inmovilizado) que produce menos colesterol en el consumidor.
Un estudio de la Universidad de Washington encontró que los niños que comían frutas y vegetales orgánicos tenían concentraciones de pesticida seis veces más bajas que los que comían productos convencionales. También existen estudios, que avalan que las frutas y verduras orgánicas tienen niveles más altos de antioxidantes, los cuáles sirven para prevenir el envejecimiento prematuro e incluso el cáncer.
En el mundo actual y globalizado en el que estamos viviendo es muy difícil que se dejen de usar transgénicos y agroquímicos. Por ende, lo importante es que cada persona, dentro de sus posibilidades, pueda elegir la calidad de los alimentos que consume.